-, Argentina 1942 Género: Terror/Misterio Director / Autor: Manuel Romero Elenco: Irma Córdoba (Angélica), Juan Carlos Thorry (Mario), Narciso Ibáñez Menta (Dr. Herman), Severo Fernández (Juan, el chofer), María Esther Buschiazzo (la madre), Nicolás Fregues, Aníbal Segovia, Fernando Campos, Ferardo Rodríguez, Pedro Pompillo.
Sinopsis: En una noche lluviosa, la bella Angélica llega desde Buenos Aires a una perdida estación de tren. Había sido contratada como enfermera para cuidar una anciana que vivía en chalet Las Tunas, pero una confusión en los horarios de viaje hace que no haya nadie esperándola.
Casualmente pasan por allí Mario y su chofer Juan, quienes deciden acercar en auto a la empapada enfermera. El coche se queda y en la ruta sólo se ve, a lo lejos, una vieja casa con una luz en la ventana... La derruida construcción resulta ser Las Tunas, donde son recibidos por un misterioso mayordomo sordomudo.
Los tres visitantes son alojados en la casa, y no tardan en descubrir que ésta guarda un terrible secreto: En el sótano hay un laboratorio donde el misterioso Dr. Herman pretende hacer una operación que le permita curarse la acromegalia, la terrible enfermedad que lo aqueja y que lo convierte en un monstruo. Esa operación consiste en transplantarse la glándula hipófisis de la enfermera, que implicaría su curación pero también la gradual degradación de Angélica.
Crítica: Promocionada como "la primer película de terror del cine argentino", a Una luz en la ventana no termina de cuajarle plenamente la clasificación dentro de este género, mas allá de que el concepto de cine de terror no es el mismo ahora que hace 60 años.
Tomando una premisa mas o menos fantástica, el transplante de la glándula hipófisis para curar al monstruoso Dr. Herman, Una luz en la ventana se construye como un relato de misterio -al fin y al cabo eso es lo que rodea al decadente chalet Las Tunas- al que se suman elementos vinculados al melodrama y la comedia.
El clima de misterio se va construyendo a partir de ciertos indicios: la reticencia de los lugareños a ir hasta Las Tunas, el aspecto destruido del caserón, los espejos cubiertos por telas negras, las voces cavernosas que se escuchan en los corredores...
El terror se sustenta a partir del monstruo, que no es otro que Narciso Ibañez Menta con un excelente maquillaje y una brillante interpretación. Este gran actor hacía su debut cinematográfico aportándole al personaje una dosis de humanidad por la cual el monstruoso Doctor termina inspirando mas compasión que terror. En una muy acertada decisión estética, el Dr. Herman siempre aparece sumido en las sombras, reservando los contados -y breves- primeros planos como un estudiado golpe de efecto.
Se podría decir que las constantes humoradas de Juan (el chofer, a cargo de Severo Fernández) conspiran contra la creación de un clima de suspenso, fundamental en este tipo de historias. Sin embargo las bromas suelen ser efectivas, e incluso parecen adelantarse a su tiempo cuando toman un giro autoreferencial, en algún punto similar –salvando las distancias- al de películas como Scream (como cuando el policía afirma "siempre dije que las películas de Boris Karloff le hacen mal a la gente") Una luz en la ventana es un verdadero clásico de la época de oro de la cinematografía argentina y además constituye el puntapié inicial del cine fantástico de este país. Si a esto le sumamos que fue la película que inició la carrera fílmica de Narciso Ibañez Menta, actor que insistiría con el horror a ambos lados del Océano Atlántico, podemos afirmar que se trata de una película de visión impostergable.
Puntaje según el autor de esta crítica: 8
Observaciones:
Producida y distribuida por los Estudios Luminton
Crítica enviada por Pablo Sapere, el 11-Jul-2001 | Calificación según los lectores: 8.60
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Total de votos: 5
Esta crítica es una opinión personal de los lectores de QuintaDimension.com - Los editores no necesariamente coinciden con la misma Última actualización: 15-Mar-2009 - 19:07:22