High Sierra, USA, 1941 Género: Negro Director / Autor: Raoul Walsh Elenco: Humphery Bogart, Ida Lupino, Joan Leslie, Alan Curtis, Arthur Kennedy, Henry Hull, Henry Travers.
Sinopsis: Roy Earle sale de la cárcel y prepara junto con dos aprendices y una chica el robo de la caja fuerte de un hotel. Conocerá a la nieta de un anciano de la cual se enamora y que le hace replantearse la vida. El desenlace promete ser inesperado.
Crítica: Acostumbrados a un cine negro lleno de fuertes contrastes, no sólo en su faceta fotográfica de matices expresionistas sino en las personalidades de unos personajes desolados, con fuertes contradicciones y bajo arquetipos de tipos duros y mujeres que arrasan con su belleza a todo el que entra en contacto con ellas, Walsh nos muestra otra forma de abordar el género dejando claro que las historias pueden narrarse de múltiples maneras y con idénticos resultados.
El último refugio relata la historia de un recluso (Humphrey Bogart) que abandona la cárcel con un indulto negociado por el jefe de la banda tras ocho años de espera. Tras salir en libertad se involucra en un nuevo ’trabajo’ que su jefe le exige a cambio y que no puede rechazar: atracar la caja fuerte de un hotel junto con dos principiantes que le idolatran por su fama profesional del pasado. No tarda mucho el espectador en darse cuenta de que el gangster duro es más bien bastante edulcorado y presenta sin pudor su faceta más humana como si el presidio hubiese conseguido remodelar su carácter forjado en hierro. A continuación Roy Earle (Bogart) se enamora de Joan Leslie que representa el papel de la nieta minusválida de un anciano (Henry Travers, que hace de angelito en Qué bello es vivir, Frank Capra) con el que se topa en la carretera en pleno viaje y el criminal, convertido ahora en un niño generoso, costeará los gastos de la operación médica y proyectará en el futuro su propio retiro del mal camino. Al mismo tiempo Marie Garson, la compañera de los aprendices de atracador, se enamora del chico malo intuyendo al hombre bueno que subyace bajo la máscara fría de tipo endurecido. Y así, tras esta historia que parece sacada de la letra de un tango porteño, el argumento se traslada al funesto golpe que en este tipo de películas siempre tiene un desenlace inesperado. En el relato de John Huston y W.R. Burnett, cada personaje lucha a su manera por cambiar su situación personal, salir de un entorno agobiado y ser rescatados de una vida opresiva, dejando muestra de que el director enfatiza más la parte vital y amorosa de los personajes que el conglomerado delictivo que queda perfilado como trama secundaria de la narración. En la versión coloreada (sin intervención del director) de este el film los colores apastelados de esta técnica, a mi gusto desfavorecedora, le confieren, junto con la iluminación y la naturaleza como protagonista de los exteriores a los que Walsh nos tiene acostumbrados, una atmósfera casi onírica y suavizante para esta clase de género. Como personajes centrales Humphrey Bogart, remata su interpretación como individuo con doble semblante (similar al de El motín del Caine, Edward Dmytryk) mientras que la actriz-directora Ida Lupino tiene la difícil tarea de mancillarse ante la frialdad del personaje con el que hipotecará trágicamente su futuro.
Sin duda la película es representativa del cine negro, destacando precisamente por su exposición peculiar, lo que hace de ella un clásico para cualquier cinéfilo.
Puntaje según el autor de esta crítica: 9.5
Observaciones:
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Crítica enviada por A. Cerezo, el 12-Jun-2002 | Calificación según los lectores: 10.00
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Total de votos: 1
Esta crítica es una opinión personal de los lectores de QuintaDimension.com - Los editores no necesariamente coinciden con la misma Última actualización: 15-Mar-2009 - 19:07:22