Anastasia, USA, 1956 Género: Misterio Director / Autor: Anatole Litvak Elenco: Ingrid Bergman, Yul Brynner, Helen Hayes, Akim Tamiroff, Martita Hunt, Felix Aylmer, Sacha Pitoëff, Ivan Desny.
Sinopsis: París, 1928: durante la celebración de la Pascua Rusa de los emigrados zaristas, el joven general Bounine encuentra a Anna Korev, una vagabunda quien, en un asilo de Bucarest, reveló ser la gran duquesa Anastasia Nikolayevna, fugitiva hija menor de la imperial familia Romanov (asesinados por los bolcheviques tras la Revolución Rusa). Bounine y sus socios, Chernov y Petrovin, están convencidos que se trata solo de una demente, pero aún así la preparan para hacerla pasar ante la familia Romanov como la verdadera Anastasia, y así cobrar la fortuna que el zar Nicolás II dejó depositada en el Banco de Inglaterra (diez millones de libras). Sin embargo, Bounine descubre circunstancias inexplicables en la "impostora" que, por momentos, le hacen pensar si Anna no será en realidad la verdadera Anastasia. Buscando la aceptación oficial de los Romanov, Bounine llevará a Anna a Dinamarca, ante la emperatriz viuda Maria Teodorovna, cabeza de la familia y abuela de Anastasia: a ella no se le podrá engañar facilmente. ¿Será Anna solo una "demente con delirios de grandeza", como cree la escéptica anciana? ¿O acaso es ella realmente la perdida hija del Zar?
Crítica:«Con toda franqueza, Majestad, no sé quién es ella. Pero hay cosas que no se pueden explicar, a menos que aceptemos que ella es quien asegura ser».
Excelente adaptación a la pantalla grande de la homónima obra teatral de Guy Bolton, donde se hace una versión libre de uno de los más famosos enigmas de la historia: Anna Anderson, quien clamó ser la desaparecida hija menor del fusilado zar Nicolás II, la gran duquesa Anastasia Nikolayevna.
Las únicas pruebas de que la vagabunda Anna Korev (Ingrid Bergman) sea realmente Anastasia se dan solo por unas circunstancias "inexplicables": las cicatrices de la cabeza, Anna reconociendo a una criada, el prohibir que fumen en su presencia, el toser cuando se asusta, etc.), pero NUNCA hay una evidencia fehaciente, ni siquiera para el público (algún flash back, por ejemplo). El mismo Bounine (Yul Brynner), quien al principio creía que NO era Anastasia, termina preguntándose si no habrá hallado realmente a la perdida hija del Zar. La inesperada aparición de Mikhail Vlados (Karel Stepanek) podría hacernos dudar (si bien Anna logra darle respuesta a todas sus acusaciones).
La escéptica emperatriz viuda Maria Teodorovna (Helen Hayes) desde el principio está segura de que todo es un fraude. Solo cuando interroga personalmente a Anna está ella dispuesta a aceptarla. Pero la anciana, más que creer, DESEA creer, al igual que el público, que desde el principio "sabe" que Anna es quien afirma ser: «... por favor, ni tú no eres mi amada nieta, no me lo digas».
Tras la aceptación oficial viene el conflicto de Anastasia, quien debe de casarse con el antipático príncipe Paul (Ivan Desny), y de Bounine, que tiene que aceptarlo; a lo largo del film, ha nacido entre los dos el amor. Renunciar a todo o sacrificarse de por vida: he ahí el dilema. La comprensiva emperatriz acabará por aceptar qué es lo más conveniente para la enamorada pareja...
Pese a sus inexactitudes históricas con el caso real de Anna Anderson, se trata una fascinante combinación de misterio y romance. Y así, pese a las posteriores versiones fílmicas (incluidas las "serias"), Ingrid Bergman siempre será, en nuestra memoria, la gran duquesa ANASTASIA.
PRINCIPE PAUL: ... ¡No era Anastasia, después de todo!
EMPERATRIZ: [enigmáticamente] ¿No lo era?
Puntaje según el autor de esta crítica: 10
Observaciones:
Conocida también como «Anastasia, La Princesa Vagabunda»
Crítica enviada por Eduardo Alberto Guzmán Novoa, el 15-Apr-2002 | Calificación según los lectores: 7.71
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Total de votos: 32
Esta crítica es una opinión personal de los lectores de QuintaDimension.com - Los editores no necesariamente coinciden con la misma Última actualización: 15-Mar-2009 - 19:07:22